miércoles, 20 de febrero de 2019

Semana I


Hoy es lunes, la semana comienza y toca Plástica.


Aula de E.P.V, IES Bellaguarda



Antes de empezar cada una de las clases mi tutor me ha presentado ante los alumnos, he visto el funcionamiento de la aplicación ITACA y el cuaderno de seguimiento del profesor, he repartido exámenes a los alumnos y he estado recorriendo sus mesas en cada uno de los cursos ofreciéndoles mi ayuda para resolver sus dudas.

Los alumnos de 2º de ESO están estudiando los principios básicos del Dibujo Técnico, operaciones con segmentos y ángulos.

Los alumnos de de 3º de ESO están realizando un ejercicio de diseño de un robot poniendo en práctica el aprendizaje sobre construcciones geométricas, un claro ejemplo del tan repetido “aprender haciendo”.

Los alumnos de 4º de ESO continuaban con el dibujo de perspectiva, que iniciaron unas semanas atrás y que terminarán la semana próxima.

Los alumnos de 1º de Bach de Volumen iniciaban un nuevo ejercicio, se ha presentado la actividad y han iniciado el proceso de bocetos.

Los alumnos de 2º de Bach han realizado un examen de Dibujo Técnico y han empezado con Diédrico.

Por otro lado, he podido ver algunas de las dificultades reales a las que el profesor se enfrenta diariamente. Esto me ha llevado a recordar el ejercicio que hicimos en la asignatura de TIC en el primer semestre acerca de la realización de una actividad didáctica. En mi actividad contaba con numerosos recursos, proyectores, grandes espacios para agrupar a los alumnos en círculo, materiales de todo tipo... pero claro, la realidad en los centros es muy diferente, tanto el espacio, como los materiales y los recursos son limitados y EPV suele estar considerado como la típica asignatura “maría” y es complicado realizar maravillosas actividades con materiales para todos en esta asignatura, cuando seguramente existan otras prioridades relacionadas con el presupuesto anual más relevantes que la asignatura de EPV, y aunque me resigne a comprenderlo, es una realidad que más vale que aprenda en mi primera semana.

Esta no es una situación negativa ni excepcional, simplemente es la realidad y sinceramente está lejos de desanimarme. Esta semana he comprendido una de las partes del reto de convertirme en docente.

Un claro ejemplo lo vi reflejado en el modo de actuar que mi tutor tuvo con los alumnos de Volumen de 1º de Bachillerato. Pidió a los alumnos una pequeña cuantía económica para el coste de los materiales, necesitaban un tablero y listones de madera que él mismo fue a comprar y que llevó hasta el aula para el desarrollo del siguiente ejercicio. No cuentan con sierras para todos para realizar los cortes ni mordazas para sujetar las piezas, las maderas son finitas y fáciles de fijar con cola de carpintero, una solución dada a la realidad del centro, el currículo y el alumnado.

Por todo lo antes comentado y como conclusión final de mi semana, el rol del docente es fundamental, debe ser capaz de diseñar tareas o situaciones de aprendizaje que posibiliten la resolución de problemas, la aplicación de los conocimientos aprendidos y la promoción de la actividad de los estudiantes. Lo fácil, sin duda, sería poder contar con herramientas para todos,los mejores recursos tecnológicos o grandes espacios, pero lejos de la realidad, lo realmente difícil es aplicar el ingenio y poder llevar a cabo interesantes actividades que aporten al alumnado la mayor experiencia posible en el proceso de enseñanza y aprendizaje contando con reducidos recursos.


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